Fuegoscuro y Hermana Oscura fueron las únicas dos espadas de acero valyrio traídas por los Targaryen desde Valyria a Rocadragón antes de la Maldición.
Fuegoscuro

Cuando Aegon I murió, fue incinerado junto a la espada. No sufrió daño alguno y fue recogida de entre las cenizas por el nuevo rey Aenys I Targaryen, quien se la daría a su hermano Maegor al considerarlo mejor guerrero que él. Maegor la utilizó para decapitar al Gran Maestre Gawen y despedazar el corazón de Tyanna. Cuando el reino comenzó a unirse contra Maegor el Cruel, la reina Rhaena robó la espada para entregársela a Jaehaerys Targaryen.
El rey Daeron I Targaryen portó a Fuegoscuro en su Conquista de Dorne, en la que eventualmente murió mientras luchaba con ella.
La espada fue pasando de rey a rey hasta que Aegon IV el Indigno optó por entregarla a su hijo bastardo Daemon Fuegoscuro, en lugar de a su hijo legítimo.
Hermana Oscura

Después de la muerte de Visenya, en Rocadragón, la reina Alyssa Velaryon, viuda de Aenys I Targaryen, fue capaz de escapar con sus hijos, quienes estaban como rehenes, llevándose además a Hermana Oscura con ellos.
El príncipe Daemon Targaryen fue nombrado caballero a los dieciséis años, y el propio rey Jaehaerys I Targaryen le entregó Hermana Oscura por su destreza demostrada. Daemon llevaba la espada a partir de entonces, empuñándola en la Guerra de los Peldaños de Piedra y en un duelo para ganarse la mano de Laena Velaryon.
Durante la Danza de los Dragones, Daemon utilizó la espada para asesinar a su sobrino Aemond Targaryen, clavándosela en el ojo. Su cadáver cayó al Ojo de Dioses, el lado que rodea la Isla de los Rostros y no fue encontrado hasta varios años después por Lord Ambrose Targaryen. En ese tiempo, la espada estuvo perdida, pero seguía en la cuenca del ojo del cadáver.
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